El tema de la muerte en la literatura oral kawésqar (alacalufe)

Óscar Aguilera Faúndez

El tema de la muerte en los relatos

1. La muerte y los sueños

La muerte es un tema muy recurrente en la literatura oral kawésqar. En la mayoría de los relatos se produce en forma violenta como consecuencia de conflictos, engaños, venganzas, rompimiento de tabúes o por agentes naturales, aunque este último tipo es menos frecuente. Ni hay muertes "apacibles" en las narraciones, a excepción del caso de la muerte por frío en el cuento del cisne.

Las muertes por enfermedad se dan en el mundo real y no forman parte del mundo mítico. No encontramos en los relatos descripciones de las prácticas mortuorias, profusamente descritas por Gusinde (III: 453 ss.) Y Emperaire (1966: 249 ss.). Lo único que comparten el mundo mítico y el real en el conjunto de creencias del grupo kawésqar es la conexión entre el sueño y el mundo de la muerte. Los espíritus de los muertos, que se convierten en auxiliares de los vivos en situaciones extremas, se comunican con estos últimos a través del sueño. Este es el único vehículo, la única vía de comunicación con el mundo de los vivos, ya que la persona al perder la corporalidad con la muerte, sólo puede comunicarse por una vía que excluye el contacto físico. Al respecto, hay que señalar que los kawésqar hacen la distinción entre lo que correspondería al alma (os) y una fuerza vital que mueve al cuerpo (aksæmhar).

La muerte ocasiona que la fuerza vital abandone el cuerpo, con lo cual el alma también se separa de la "envoltura física". Para el vivo, la fuerza vital muere, pero en la muerte sigue funcionando en conexión con el alma. La fuerza vital que movía al cuerpo en vida hace que el alma "viva", se mueva y actúe en el mundo de la muerte:

(27) K.: kuosá kuos aksæmhar táwon asesekcéjer-hójok ak'uá kius jehánar sos
 K.: ¿se dice que tiene espíritu la persona muerta?
T.: kep sa, aksæmhar jehánar-k'ejéqas asó sa
T.: no, el espíritu ha muerto
kuos ku-k'ot kucelásk'ak jehánar-k'éja asesekcéjer-hójok
y al rato muere la persona, se contaba
kiáu ka kskiál aksæmhar jehánar-k'ecé jetæl k'élok sa
mientras está vivo el espíritu también, uno muere, no anda
k'oának ka aksæmhar jehánar-k'ejéqas asós kuceláksk'ak jexás (= k'exás)
todos los espíritus mueren al mismo tiempo, por último

 

Lo que el vivo ve a través del sueño es el "alma" del difunto, con rasgos aprecidos a los que tenía cuando estaba vivo. Esta manifestación del alma es posible a través de la fuerza vital que ahora acompaña al alma, tal como acompañaba al cuerpo en vida, haciendo que éste funcionara:

(28) K.: ak'uásk'ak táu kuos kawésqar jehánar-s kok kuos jeséktal
K.: ¿y cómo cuando una persona muere se ve después?
ak'uá kius aksæmhar séwel asó táu-s kuos jeséktal-s ko-sektæl-s?
¿o no será su espíritu que se ve también se ve en el sueño?
T.: akuó ka kuosó qolókna kuteké cecáu-jerrákso sa kuos tqáme álowe jeksór
T.: cuando en él se aparece también penetra en uno y se ve en el sueño
K.: ak'uák'ak kuos aksæmhar karsektálær-hójok sa askét
K.: cómo al que llaman espíritu este que...
aséksor jéksor-s kok
lo veía en el sueño
ka kawésqar jehánar-afqát kius aksæmhar asó co jeksór-pas æsk'ák
cuando una persona moría, su espíritu yo lo veía, así
askét kius os asó táu qolókna kuos ko-séktal hos kua
este que... su alma/espíritu es acaso su alma que aparece en el sueño?
T.: kuosá jehánar-s asó sa kuos ko so ak'uá aséksor jéksor asesektálær-k'enák
T.: después de haber muerto después se ve en el sueño dicen
jehánar so kuosá kuos sekárk'ap-er-k'éna hos
el muerto después es distinto/cambiado/transformado
kolái-s kok kuos hánno lafk co jejehák asahák
en el sueño y también actualmente yo lo veo y cuento
Sampráo-s wa qólok as kuos kuos kónar jelái-s kok
Zambrano se aparece cuando sueño y lo veo
tæs pe æs tæs pe k'enák-atál as
todo se ve en mi mente
K.: kius os táu ka kius aksæmhar sos?
K.: ¿era su alma o su espíritu?
T.: kius os ka kuteké aksæmhar so ak'uás kepás ak'uás
T.: su alma y también su espíritu eso creo, ignoro qué
K.: kawésqar jaláu jehánar kuos jehánar asó kuos asesekcéjer-hójok
K.: cuando moría la gente antiguamente se contaba
kuosá kawésqar ja... ja... qaqár-fqat kius os asó co jeksór-pas
después la gente dejaba su alma, yo lo vi
kuosá aksæmhar táwon ak'uás aselájer
y se cuenta que tiene espíritu
kuosá ke (= que?) jehánar ke kius jehánar os asó k'ua aselájer-s kuos cekék-ketæl hos as kawesqár
después el muerto el alma del muerto se dice que viene como persona
ceppacéwel ka jetætal kúka kuteké kséptal hos ka kawesqá k'etæl hos as
como sano/normal está y también camina
kuos tqáme álowe jelái-s kok
y se ve en el sueño.

 

El espíritu (alma) de una persona se puede comunicar también con los vivos cuando se produce la muerte en la distancia. El espíritu del familiar o amigo puede "avisar" de esta manera su tránsito al mundo de los muertos. Esta comunicación se puede realizar a través del sueño o por intervención del ambiente físico, en forma de ruidos que manifiestan distintos tipos de actividad, como por ejemplo, remar, cortar leña o lanzar palos o ramitas a la choza en los campamentos temporales, o animales que realizan acciones no comunes: el lobo marino sube a tierra y brama; una orca o un delfín se acerca a tierra:

(29) (...) ka kuteké kawésqar ak'uás kojóterrek jehánar ka jajá
(...) también cuando una persona se ha muerto en otro lugar
kuos os asó sa hout'éksta-ar sa æsk'ák
y su espíritu es el que está tirando algo [un palo] así
ka k'eicesektálær sa
nos avisa
[jehánar] ka kuos askét jetéksta káuker qálksta
[cuando muere] también este que... se presenta, se siente caminar
ka kuteké kencéktas ka ketæl hos as asár
y también se siente hachear en un lugar inaccesible (o malo)
árka káskuk jetæl ceá kuos asós askét
cuando anduve para arriba este que...
hout'afténarær-horo-qei-er-afqát
me asusté cuando cayó súbitamente un palo
ce sa kawésqar ... æs aihiól ka kuteké os asó qei so ker sa kuos askét
yo una persona ... era el espíritu de mi hijo este que...
hout'éja-qei-fqat
estaba tirando palos
kuterrék ceá jepás tæl so
cuando estuve esperando
kuos árka æs-pe-terrék cekék ak'uás sórksta-æská-ker
por el monte llegó alguien que hacía sonar palos al caminar
kuos ceá tariépskak æstæs kúkstai jenák
y yo estaba tranquilo mirando hacia arriba (al monte)
kawésqar-s sas asó kuos kas cekék-akstá-ar
la persona que salió se sintió llegar
kuos kájef asép asér kuos arwéksta-ar
y después se embarcó en la chalupa e hizo ruido
jemókar-s ko-ásep kuos eihén
el remo que estaba ahí
akiár céksta-kecéjer
lo tiró y se sintió golpear
kuosá kájef arwérksta jemókar jetákar arwérksta æsk'á ker
y la chalupa hizo un ruido al golpear el remo hizo un ruido así
kúkstai asér jelái-s kóka kep
cuando bajé a mirar no había nadie.

    

(30) at háuterrek jehánar-k'er aseksórnark
cuando una persona se ha muerto en otro campamento se sueña
ka kuteké páqtæs k'e aseksórnær
y si se ha ahogado [alguien] se sueña
kuos aksæmhar asó tqáme pek aksér cekék qolókna
y su espíritu llega al sueño, aparece
ksep k'uijéfna ksep aqtæl-tálnærk, aqtálnak
nos da pesadilla y hace despertar llorando, llorando
atqanák jen... askét aséksor álowe aqtálnak-atál kot (?) atæl aqtál-tálnær
llorando este que... en el sueño se ven llorar [las personas] y con su llanto me despierto
ka kuos tælamás altqátqal
por último me levanto llorando
kuos askét aqtália jektál-k'éja-atál-hójok
y este que... lloran y cantan.

 

Un ejemplo de esta comunicación con los muertos por medio del sueño lo encontramos en el relato que hemos llamado "La gran inundación" (Aguilera-Brito 19:). En este realto, un joven mata a una nutria tabú, a pesar de la advertencia hecha por sus padres. Se produce una gran marejada que extermina a personas y animales. Sólo sobrevive el joven y la muchacha de quien está enamorado. Ambos logran escapar de la furia del mar subiendo a un cerro alto. Al encontrarse desamparados, sin alimentos ni abrigo, el joven sueña con el espíritu de su madre, quien lo guía para salir de la situación:

(31) Bueno, pensaba hacer su casita, puh
Había pasto; tejieron con pasto, ramas, qué sé yo
No ve que con qué taparse, puh, no hay cuero.
La capa llevaron mar (= el mar se llevó la capa).
Entonces obligao a tener que estar con puesto no más y lo...
lo  manecieron (= amanecieron) los dos ella con él.
Entonces ya tenía . . ese muchacho lo pone triste (= se pone triste),
qué sé yo, va a soñar con
su mamá puh, l'espíritu su mamá.

 

2. El mundo mítico

El mundo mítico está poblado por animales-hombres y hombres que interactúan con aquéllos. En un texto recogido por el investigador argentino Fernando Pagés Larraya incluso se menciona la existencia de plantas-hombres.

En este mundo mítico, la muerte aparece como agente de transformación y origen, conectando el mundo mítico con el real. Los animales-hombres al morir, se transformarán en los animales que poblarán el mundo real:

(32) fcakiáns sa eik'óse táwon hójok asékta
el zorzal tiene cuento se dice
kius asáqe hójok asékta kuos kajésqa,
su alimento se dice eran pájaros
kajésqa atáwe asá-ap
pájaros gordos comía
kajésqa kejá sa hakuás wa
pájaros gordos cazaba de noche
kuos ak'éwe wa kuos kajésqa álæs
y en la noche salía a coger pájaros
kuósos sa jenák asó qar-hójok asékta kius kucelákso
y después fue asesinado se dice por su amigo
akcólai ft'ói jenák ak'uás kuteké akcólai askét
mezquino de agua era y el agua este que...
kue jenák asó
era secreta
cecáu-jefé-akcawésna asó
le dio sed después de haber comido cholgas
akcólai as asó
fue al agua
kuos akcólai kt'áip at'æl-atáuk qar-hójok asékta
y en el pozo lo hundieron, lo mataron se dice
kuosá kajesqána-hójok kuos ália
después se transformó en pájaro y vuela.

        

(33) waláman tawesána-qei so hójok eikúksta kelæl
el cisne pasó un mal momento, se cuenta, .....
eitérja jecérlap asó sa tawesána-hójok eikúksta
con viento sur salió a vela y casi naufragó
waláman aselái karlájer-s kuos eik'olájer-s kok
se dice que era un cisne de cuello negro cuenta el cuento
kesá-kanána-k'ejéqas ka kuteké kuosó kajesqána-k'ejéqas-hójok eikúksta-s
y todos murieron de frío y se transformaron en aves se cuenta
kas ka kuteké áperk páqtas kuteké kesetónar
allá, también con la lluvia se ahogaron y se congelaron.

 

El mundo mítico también albergaba seres que siempre tuvieron carácter de animales, como algunos mamíferos terrestres y marinos que eran fuente de alimento, aunque algunos eran animales tabú, como por ejemplo el ciervo (huemul), portador del fuego, cuyas crías sí podían ser alimento; la nutria hembra con crías, que asegura la existencia de la especie; el chancharro (cierto pez, Sebastodes darwini), que da origen a los canales; el lobo marino, cuya primera muerte lo convierte en alimento principal hasta hoy día. Otras criaturas eran parecidas a los animales actuales, pero se diferenciaban por su monstruosidad, criaturas gigantescas, de gran ferocidad, devoradoras de hombres.


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