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Estas dos canciones corresponden a dos versiones características de las diez canciones-tipo recolectadas en 1971 (20). Cabe señalar que dichas canciones-tipo están definidas más bien por un texto poético que por un patrón musical único. A menudo dichos textos son sugerentes, como es el caso de aquel perteneciente al Ej. lb: "Yo canto . . . Canto largo. Canto bonito . . . Bonito canto. Canto largo . . . Está muy lindo. Me está enamorando ..." (21).
Cada una de estas canciones-tipo genera una, dos o más versiones que difieren entre sí desde el punto de vista de su organización tonal y rítmica. Dichas diferencias parecen estar motivadas por las preferencias o estilo individual de cada intérprete. (Compárese las cuatro versiones de la canción del lobo fino incluídas en el Ej. 2). En ciertos casos, el parentesco de dichas versiones se manifiesta en el empleo de patrones o esquemas melódicos comunes.
La estructura musical se relaciona con la unidad poética. Cada palahra o grupo de palabras corresponde a un breve motivo melódico silábico que presenta una sutil metamorfosis continua, a veces imperceptible a la simple audición. En dicha metamorfosis, la yuxtaposición de motivos -idénticos o bien más o menos variados- da origen a una especie de mosaico sonoro. Se distinguen dos especies formales: formas fijas con repeticiones exactas y/o variaciones leves (Ej. la); y formas de tendencia libre con variaciones más pronunciadas (Ej.1b).
Todas estas características formales son comunes a los tres repertorios estudiados y responden a antiquísimas normas cstructurales compartidas por los demás grupos culturales fueguinos ya extinguidos. Ellas denotan, por tanto, una gran permanencia y constancia de rasgos ligados al estilo arcaico (22).
volver | © SISIB - Universidad de Chile y Óscar Aguilera Faúndez |