Análisis de un texto kawésqar:
"La gran inundación"

Óscar Aguilera Faúndez
María Eugenia Brito

2. Análisis sintáctico-estilístico

§ 1. El primer enunciado consiste en un período oracional en que la primera oración llega hasta ksepcés asós 'se fue, salió'. Contiene una oración subordinada, i.e. kius cacár laálte kuteké kajésqa léjes 'cuyo papá nutrias y pájaros buscaba'. Se trata, pues, de un período complejo. La segunda oración se encuentra encabezada por un conectivo, kuos, de valor ilativo y temporal; el sujeto es elíptico, i.e. el mismo sujeto de la oración anterior. El predicado es laáte æjámas qar-ker-hójok 'mató una nutria tabú' (verbo transitivo + complemento directo). Posteriormente se da una coordinación asindética en que aparece una oración impersonal, en la cual el agente del proceso es indefinido: eikúksta 'se narra'.

El sujeto de la primera oración se caracteriza por tener un sustantivo determinado por un adj., jála 'antiguo, del pasado', el cual funciona como un indicador del tiempo en que ocurre el enunciado en el relato. El sustantivo kawésqar arksá es un compuesto del tipo N + N, en que el segundo miembro es un sustantivo limitado (Nlim), i.e., una forma cuyo núcleo está modificado por otro elemento que agrega a la base diversas especificaciones, en este caso, el modificante, representado por un partitivizador, el sufijo genitivo (partitivo-posesivo) -s (cf. Aguilera, 1978:51 ). Este partitivo tiene como función el indicar la pertenencia del protagonista a un grupo o un clan, en el cual él integra el subgrupo de los más jóvenes.

El verbo de la primera oración contiene una marca de pretérito, representada por la p.v. asós. La subordinada está estructurada en forma proposicional: sujeto, kius cacár 'su papá', y predicado laálte kuteké kajésqa léjes 'nutrias y pájaros cazaba'. También se observa en el complemento directo la coordinación de signos de idéntico valor sintáctico, pero la posición predominante de laálte 'nutria' (primer elemento dentro del complemento) es un índice de su mayor calidad significativa dentro de la estructura total.

En la segunda oración de este conjunto, el predicado está compuesto por el verbo qar 'matar', seguido de un sufijo aspectual durativo -ker, el cual da cuenta en forma globalizada, es decir, sin abundar en detalles, de un proceso en toda su dimensión, a pesar de que no se informe precisamente acerca del modo en que éste se lleva a cabo. La estructura verbal termina con la inclusión del p.n. hójok. Como se dijo arriba, la oración impersonal eikúksta 'se narra' completa el período. La reiteración de esta forma (que aparece en los §§ 1, 5, 8, 10, 13, 16, 18) apoya el carácter oral, popular y legendario del relato. Es una marca de la enunciación en el enunciado, que da cuenta del proceso productivo del relato. Su tiempo es el presente formal, pero con un valor pancrónico, en el cual se asimila una multiplicidad de voces. A la manera de una polifonía, el relato no es el decir de un sujeto único, sino de una comunidad que ya lo ha sancionado como verosímil, y esto se constata por la indefinición del agente del proceso que la oración transmite como una voz de la colectividad.

§ 2. Se trata de un período oracional asindético compuesto por dos oraciones, la primera de las cuales incluye dos subordinadas, una con valor temporal: kius c'ap páu ka kuteké kius cacár páu jetæl 'cuando su mamá y su papá andaban fuera'; otra con valor modal: jetæl k'iújef afterrék ka kuos... 'como se había ido lejos primero'. La oración principal está ubicada después de las subordinadas, con sujeto elíptico (él, el joven), y el conectivo oracional kuos o kuosá va señalando el nuevo desarrollo de los acontecimientos. La marca temporal está representada por el p.n. hójok. Es importante señalar que la acción más relevante dentro del conjunto de las oraciones va después de las subordinadas, lo cual enfatiza su importancia: la ruptura del tabú y la caída del héroe en la desgracia; su iniciación en la aventura. E1 conectivo temporal después va dejando una cierta ambigüedad paralela al suspenso que este hecho provoca dentro del contexto. Vale la pena destacar el paralelismo en la elección del léxico según su función expresiva. Simétricamente el verbo matar tiene idéntica posición en las dos secuencias oracionales hasta aquí examinadas. El período concluye con eik'osekcé 'cuenta el cuento', forma que alterna con eikúksta y su reiteración es similar (§§ 2, 3, 7, 11, 12, 14). Eik'osekcé hójok es una oración remática, i.e., está compuesta por una sola unidad léxica que posee autonomía sintáctica. Estamos en presencia de una estructura que ha pasado por un proceso complejo de composición. En ella están soldados elementos cuya fusión le otorga el pleno carácter oracional, y que son la pasividad ( el sufijo aspectual reiterativo -sekcé ), el significado nominal ( eik'óse 'cuento'), y hójok, p.n. con el cual se hace hincapié en el carácter ficticio de los acontecimientos y en el carácter concluyente que ellos presentan en el momento en que se enuncia esta oración: el narrador ha presentado una situación que incluye todo el núcleo de la historia que se va a narrar (los personajes, acciones y puntos de conflicto). La información entregada hasta el momento ha pasado a convertirse en mito, cuyo testimonio oral es presentado por el narrador.

§ 3. Esta secuencia consta de una oración proposicional cuyo sujeto se estructura en forma de una coordinación de dos elementos que cumplen idéntica función sintáctica: sustantivos, unidos por la partícula kuteké 'y' con un predicado simple compuesto únicamente por el verbo. La finalización de la secuencia es idéntica a la anterior, pero son la adición de la p.top. sa que enfatiza el carácter impersonal de lo narrado. Es importante señalar que estilísticamente este parágrafo se hace notar por el uso de los elementos sonoros, tanto en los recursos rítmicos de la cantidad y el tono en el conectivo kuo::s, como en la selección de los vocablos cuyos referentes se caracterizan por la sonoridad, la cual va en aumento: el silbido del viento se aúna al rugido de la tormenta: siafk'iás kuteké aqátal qálksta 'el viento y la tormenta rugían'. E1 verbo qálksta contiene el s.a. durativo -ker , lo que prolonga la enunciación de los hechos.

§ 4. Refleja una serie de intentos fallidos por estructurar una oración u oraciones que expresarían la vacilación por seleccionar la palabra más eficaz para comunicar el hecho más relevante de la secuencia: el hundimiento de la tierra indicado por halíp. La p.i. askét materializa la vacilación, la cual lo lleva a hacer uso de la facultad creativa del hablante con respecto a su propia lengua, verbalizando un sustantivo ajákta 'marejada'; a la vez se destaca el hecho del conocimiento del mito por parte del informante, puesto que él no hubiera podido producir ninguna variante si no lo conociera en su totalidad. Estimamos que ha ocurrido esta verbalización por la inclusión del p.n hójok.

§ 5. Es una serie oracional asindética; simétricamente dos grupos oracionales terminan con eikúksta 'se cuenta'. Llama la atención la función de kuos, signo eminentemente polivalente en kawésqar; además de su carácter de conectivo con valor ilativo y temporal, posee un valor reproductivo anafórico (relativo sustantivo): une lo que ya se ha dicho del discurso con aquello que el lenguaje calla: la historia en la cual se encuentra inserta y a la cual se alude como un gesto indicador.

El héroe, por haber roto la ley dada por el padre, trasgrediendo el tabú, que es a la vez lo sagrado y lo deseado (laálte qar-ker asós 'mató la nutria'), supera las normas sociales del grupo, sus temores, sus rituales, y se coloca al margen de cualquier convención; ello le otorga su salvación (kskiál 'vivo'): no sufre las mismas cousecuencias de aquellos que se someten a las convenciones y que respetan el tabú. Al romper las convenciones, adquiere un poder sobrenatural, que dentro del mundo primitivo podría ser paralelo al del animal totémico. Este poder le permite la libertad máxima, lo cual implica la destrucción de su grupo. Así lo hace notar el lenguaje mismo del narrador al repetir el acto mágico que ya anteriormente se había señalado en § 1, instancia clave cuyo significado determina la totalidad de la estructura significativa del cuento. La superación del héroe se hace notar como primera instancia por el hecho de haher logrado llegar hasta la cima del cerro: lugar elevado. Este parágrafo se caracteriza además por su dinamismo dado por la abundancia de verbos, los cuales indican, primero, un hecho del pasado: qar-ker asós 'mató', y luego, todos los actos que el héroe realiza hasta lograr superar los acontecimientos, y que van desde lo general hacia lo particular: la indefinición de árka kar hápar 'hacia arriba de un cerro', hasta la localización del lugar, wæskar-pa 'hacia el cerro', que culmina con el verbo jétqar 'subir'. La indefinición de árka kar hápar se muestra en el análisis de sus componentes: localización primero, árka 'arriba'; kar, el elemento más indefinido, pues significa 'isla, cerro, tronco, árbol', o por último, 'objeto duro', el cual se liga con la partícula direccional hápar 'hacia'. La localización definitiva se da en wæskar-pa 'hacia el cerro', en donde wæskar 'cerro', virtualmente significa 'cosa hecha de materia tierra y de tierra dura'.

§ 6. Este parágrafo presenta dos oraciones relacionadas por una coordinación asindética; ambas cumplen con la función referencial y concluyen con el interrogativo confirmacional tóu-kserái '¿verdad?' en que se da la función fática del discurso al tratar el emisor de asegurarse la comunicación con el oyente.

§ 7. Período oracional tetramembre relacionado por el conectivo kuos. La aseveración de la primera oración, kuosá kséna-afsáqta 'después hubo marea baja', es atenuada por la segunda, que deja la primera en la ambigüedad. La marea está a medio camino, halál, preparando el momento adecuado para que el héroe vea la destrucción de su grupo; puesto que el agua obstaculiza la visión que va a ser permitida en § 8, sin dejar de hacer notar que el héroe ya ha superado la prueba a que ha sido sometido.

§ 8. Aquí se hace hincapié mediante elementos lingüísticos de función adjetiva que precisan la forma de la muerte de la familia: páqtas 'ahogados'. El hecho de decir que están ahogados es un rasgo estilístico, una manera de transmitir al decodificador el efecto que la visión produce en el protagonista. Se dice que es una marca de estilo puesto que la información subyace en el contexto mismo del relato y la insistencia en ello produce un efecto de énfasis y dolor en el héroe.

Como ya se ha indicado, una vez que la marea baja, el protagonista ve a su familia muerta, ahogada (páqtas); el lenguaje se hace más específico, nombra a las personas: kius taksóktek kuteké c'ap asós kuteké cacár asós 'su hermano y su mamá y su papá'; se dice donde están: kar ark 'arriba de un árbol'; se especifica la manera en que están: cefekésto-táwan 'colgando', en donde la posposición táwan, que forma parte del verbo compuesto, remite a la causalidad del hecho (ajákta arrakstáwar 'gran marejada'); se dice que están juntos, mediante la posposición ktep 'con', curiosamente desplazada hacia el final de la secuencia oracional, permitiendo una simultaneidad de la visión de los procesos y de las personas. La imagen es una síntesis que golpea al personaje. La acción situada en el pasado está dada por el uso de la p.v. temporal asós. Este parágrafo comienza con una subordinada que depende estructuralmente de la oración principal jejá '(los) vio'; causa de la coordinada que la continúa, asérk-jetæl 'bajó'. Hay una relación entre la sintaxis y la afectividad del protagonista,que es la misma del narrador.

§ 9. E1 sufijo pronominal qei, que indica 3a pers. sg./pl., da lugar a una doble posibilidad de interpretación: 'viera-él' o 'viéralos' (viera-a-ellos); el carácter subjuntivo del verbo está dado por akwátka ( 'como' ) con función modal; k'ejéqas pone énfasis en la dimensión de la extinción, páqtas k'ejéqas 'ahogados todos, completamente, sin quedar ninguno'. La espacialidad, la extensión de] recorrido del protagonista, desde su descenso del cerro, se da en k'iútqal-terrék 'atrás'.

La estructura oracional da cuenta de la acción destructora del pasado en que el héroe estaba inmerso antes de iniciarse la inundación (la prueba que pasa por haber roto el tabú). Esta destrucción es total, se dice todos atrás, i.e., se indica toda la comunidad al mismo tiempo que los animales, de los cuales se enfatiza el volumen, lo cual da una dimensión de la catástrofe y del carácter poderoso del protagonista que ha podido sortearla. Se asiste a un acto inaugural de la civilización, apuntado por la preparación de los elementos naturales de la cultura: el bosque, la marea baja. La secuencia se termina con eikúksta 'se cuenta', que da punto final a los acontecimientos que el parágrafo narra y que remite a la vez al momento de la iniciación del relato de los acontecimientos en él ya contados, dando una idea de la circularidad del tiempo,que no es lineal, puesto que permite la creación de un espacio en el cual la palabra es un eje en que por sus relaciones sintagmáticas y paradigmáticas contiene todo el relato, como un jeroglífico contiene toda una historia en su espesor semántico.

§ 10. Período oracional compuesto de 4 oraciones, las dos primeras de las cuales tienen el verbo a:s 'ir' como principal, en donde la segunda resulta de la expansión de la primera, unida mediante el conectivo kuos 'después'; la tercera oración tiene sujeto elíptico (ellos), y como constituye fin de período, lleva el sufijo de p.n. hójok; el verbo principal kcelái 'construir' expresa el proceso mediante el s.a. -er; concluye la secuencia la forma impersonal eikúksta 'se cuenta'. El transcurso del tiempo está expresado por kuósos sa kuos 'después + p.top.. + después'; kuósos sitúa la acción con carácter de pasado (kuos + asós) y la p.top. (sa) pone de relieve el hecho (sa es una partícula irrestringida clarificatoria de tópico; sul función consiste en poner de relieve una expresión nominal o verbal dentro de una oración). La duplicación de la expresión temporal da énfasis al transcurso,y su segundo elemento (kuos) sirve de puente a la continuidad del relato.

El protagonista es mencionado por segunda vez en el relato como sujeto de la oración; ya no aparece tácitamente expresado como en las secuencias anteriores o designado simplemente como la persona (kawésqar) (§ 5); arksá 'joven' determina su condición. En este pa rágrafo se hace mención por primera vez de la mujer del héroe (cf. T./Esp.), aunque en forma indireeta: woks '(los) dos'.

En este parágrafo se da la instancia de transfiguración del héroe que en los anteriores parágrafos salvo en el de la presentación que da la situación inicial de la historia, no aparece sino como una elipsis sobreentendida por el verbo,que apunta a él sin nombrarlo, o por pronombre (qei). El lenguaje pone de manifiesto que el héroe ha alcanzado toda su substancialidad; de él se pueden predicar acciones tan importantes como la constitución -primaria por el momento- de una civilización. Aparece también mencionada la pareja, ya integrada en calidad de sujeto woks '( los ) dos'. El verbo, por la expansión semántica (a:s 'ir'), hace notar que se ha expandido también la virilidad del héroe, que ha roto el tabú y pasa de adolescente a hombre. La mujer, al mismo tiempo, pese a que aún no es nombrada, ya no es hipostasiada tras la figura totémica de la nutria, sino que aparece como colaboradora y compañera del héroe. No aparece tampoco el sufijo genitivo ( -s ) con el cual se significa que el héroe se subordina a su grupo ( cf.§ 1 ), sino que adquiere su singularidad específica, puesto que él es ahora quien va a fundar la historia.

§ 11. Período oracional tetramembre. Las tres primeras oraciones tienen sujeto elíptico (ellos) (en relación a la pareja), y el período se cierra con la fórmula tradicional eik'osekcé 'narra el cuento'. La primera oración tiene verbo tácito ( jenák ), el verbo tener es expresado en kawésqar mediante la posposición táwon 'con' + jenák 'ser estar', i.e., "estar con"; la forma negativa no tener se expresa mediante la posposición kiáwel 'sin' + jenák, como ocurre aquí. La forma hacerse de día es una verbalización del sustantivo aswál 'día', lograda por medio de la inclusión del p.n. hójok.

§ 12. Período oracional trimembre. El sujeto está elíptico en las dos primeras oraciones y es expreso a nivel funcional en la tercera, que sigue con la forma canónica anteriormente estudiada. La primera oración es compleja, i.e., consta de una oración subordinada de carácter causal; causalidad dada por kupép 'también; con ello: porque'. Dicha oración presenta la siguiente característica: carece de expresión formal de verbo, el cual subyace a la subordinada; existe un alto grado de probabilidad para decir que este verbo es kúkta, el cual expresa percepción sensorial en general (cf. Aguilera: 1978) Esta estratificación tácita en el nivel semántico daría la idea de dinamismo de la subordinada.

El causante o agente de la previdencia, síko, es el frío, el cual se encuentra personificado, dando lugar a una metáfora en que el frío ocasiona un estado sobrenatural: la caída en un sueño diferente al sueño normal; todo lo cual es acorde con un estado de exceso de la naturaleza, que provee al héroe de los elementos necesarios para su subsistencia una vez que ha logrado un dominio pleno de la realidad. La segunda oración también posee un sujeto elíptico, está unida a la tercera mediante el conectivo kuos.

El sufijo -na adjetiviza verbos y sustantivos, tal como en c'elás 'secar', c'elásna 'seco', cams 'mar', cámsna 'mojado'. Luego, en el caso estudiado (sikóna) dicho sufijo da el carácter de adj. calificativo al sustantivo síko 'previdencia', determinando semánticamente a kiesás 'frío', proceso gramatical que refuerza la personificación ya señalada. El ser previdente es una propiedad en este caso inherente al frío que lo acompaña otorgándole su carácter especial, anormal, sobrenatural.

§ 13. Período oracional iniciado por una oración causal compleja, con una subordinada introducida por kúka 'ya que', más la oración impersonal eikúksta 'se dice' y el interrogativo confirmacional, que cumple con la función fática del lenguaje Este período observa un paralelismo gramatical y semántico con respecto a la secuencia anterior. Kuosá es el conectivo temporal que conecta este parágrafo con el anterior. Dicho paralelismo mantiene el verbo tácito, el cual, por la íntima ligazón de las secuencias paralelas, suponemos que es el mismo que rige al anterior y que ha expandido su extensión semántica a este parágrafo:§ 12 kóipo aséksor k'uas aselájer:: asáqe [aséksor] ak'uás aselájer 'decía que había soñado con un coipo:: decía que [había soñado] con comida'. El frío era previdente; ahora es el sueño: kiesá sekóna:: káwæ síkona 'frío previdente:: sueño previdente'. Hay un desplazamiento metonímico que si bien precisa el agente de la previdencia, disminuye la calidad figurativa del lenguaje. En la secuencia anterior, el frío era una cualidad del sueño, tan poderosa que podía provocar una visión; ahora se substituye por contiguidad por la palabra propia káwæ 'sueño'. El verbo soñar, por analogía con otros verbos, tiene su origen en un sustantivo: qáwes 'sombra'; soñar es qáwes + los sufijos correspondientes. La composición de la palabra da cuenta de la percepción mítica de la realidad: el sueño es una sombra que carece de existencia material, pero que adelanta la configuración de los acontecimientos diurnos. El sueño es necesario e influyente en el hombre y en la vida diaria; lo mismo que la sombra al cuerpo, le sirve de percepción y de aviso sobre las formas y conducta de los objetos materiales. Esa misma función cumple el sueño que muestra un coipo en § 12 y comida en § 13, configuraciones soñadas que después van a ser cumplidas en la realidad. Ya ha dicho Freud en la lectura que de él hace Moustafá Safouan (Safouan 1971: 263) "a) El sueño es una realización alucinatoria del deseo; b ) esta alucinación no viene nunca después de un conocimiento cualquiera de la representación del deseo, profundamente ignorada por el sujeto, sino que, por el contrario, es ella la que hace posible semejante conocimiento a posteriori".

§ 14. Período oracional trimembre. La primera oración es compleja, con una subordinada de carácter temporal. La segunda oración es iniciada por el conectivo kuosá, y la tercera es la canónica eik'osekcé 'cuenta el cuento'. Esta secuencia se inscribe en la anterior, de la cual toma gran parte de su significado, pues lo que en ella se cuenta sucede en el sueño anteriormente mencionado. Esta es la secuencia del despertar, que indica el momento temporal en que cesa el sueño y con él la realización del deseo (comer). Hay un ligero contraste o antítesis que opera en la misma secuencia entre el sueño y el despertar, conectado por kuosá, contraste que es también el de la carencia y la satisfacción del deseo. Esta satisfacción produce sorpresa y admiración en el protagonista, lo cual lo lleva a iniciar un diálogo con su mujer. Los elementos que él necesita parecen estar próximos, y sin embargo están distantes. Hay una contraposición entre la apariencia y la realidad.

§ 15. El narrador imita el discurso del personaje ubicando su perspectiva en la conciencia de éste. La vacilación de la voz intenta reproducir la vacilación y sorpresa que la previdencia provoca en el protagonista. Como se trata de un discurso que vuelve retrospectivamente sobre su eje, el narrador utiliza las oraciones indagativas parciales conectadas por las partículas ak'uás . . . -ka 'por qué' y ak'uás 'qué' como una forma de comprender más profundamente el sentido de su sueño.

Lo más notable en el nivel lingüístico es el distinto tipo de pronombres personales de 1&170; persona como rasgo de estilo. Existe un primer"yo" (ce) que aparece relacionado con los verbos que significan 'soñar' (qáwes, aséksor), y otro "yo" inmanente agentivo (cf. Aguilera 1978: 55), que aparece en la segunda oración tejekástat co eiekuákiar asér-jecés 'yo mataba al coipo en el sueño'.

La errata (k'a...) con la cual comienza § 15 funciona como un indicador de la intención del sujeto de la enunciación que quiere ha cer más vívido su discurso interpenetrándose con el sujeto del enunciado. Este proceso exige una depuración del lenguaje, lo que explica la vacilación, las pausas. La característica del enunciado es ser reflexión sobre una acción, con la salvedad de que aquí se trata de una acción soñada; acciones que al ser enunciadas por el propio soñante, adquieren un relieve mayor, casi como una invocación rnágica entre el deseo que se ha transformado en figura soñada y la vigilia que lo sorprende carente de todo. La frase quiere ser performativa: quiere provocar un cambio de situación, basado en la seguridad de la previdencia y en el estatus ya alcanzado. La errata también nos indica el cambio de una narración programada inicialmente en un sentido progresivo como narración de acontecimientos. Hipotéticamente, el comienzo estaría relacionado con lo que se dice en § 16. Pero hay que recordar que un texto es un tejido que se teje y se desteje según el proposito que se persigue con él; en nuestro caso, la superación del estado carencial.

§ 16. Período oracional pentamembre, cinco oraciones con relación asindética. Las dos primeras narran el estado de sueño en que cae el protagonista, sueño que es consecuente con lo que ya se ha dicho en § 15 y que va a ser causal de los acontecimientos enunciados en las 3ª y 4ª oraciones en que alternativamente el sujeto se desplaza desde la mujer al héroe. Dichas variantes no cambian el sentido fundamental del relato, solamente son una muestra de su carácter folk y tradicional. Desde este momento la mujer adquiere personalidad propia y se inscribe en el plano de las costumbres del grupos. Traducidas al español dichas oraciones serían: 1) despertó su mujer tal vez; 2) (él) despertó a su mujer. La variabilidad recae sobre el elemento principal del sujeto de la primera oración y el complemento directo de la segunda -mujer en ambos casos. La variabilidad afecta también a los verbos: en el primer caso es intransitivo, en el segundo transitivo.

Kuosá es un conectivo que marca la temporalidad, que sirve de unión con la secuencia anterior. Generalmente exige la presencia de otro elemento que afirma su sentido temporal (kuosá ...... kuos). En cuanto a k'auk'énak 'quedarse dormido', contiene un formativo que aparece en otros casos como sufijo frecuentativo (k'enák) que expresa una acción que. siempre se repite y es acostumbrada.

Sobre la línea sintagmática de las oraciones reiteradas, se superpone el eje de las equivalencias de las identidades paradigmáticas, creando una figura sobre el plano de la literalidad del signo, figura fónica que ha recibido tradicionalmente el nombre de aliteración, pero con un sentido más restringido: aquí el lenguaje se desdobla, duplica su mensaje, expandiéndolo, produciendo una metáfora rítmica que configura el espacio del sueño como un volumen en que el tiempo se anula para dar paso posteriormente a que el eje sintagmático lineal y temporal dé cuenta en forma progresiva de los acontecimientos (kuosá kotéjo kuos k'auk'énak kuosá k'auk'énak asós 'después otra vez se quedó dormido después se quedó dormido').

§ 17. Período oracional pentamembre, caracterizado por el uso de oraciones imperativas, el empleo del vocativo tapá 'oye', que tiene por sí solo valor oracional, y de las oraciones apelativas imperativas jekuá 'mira (tú)' Puede catalizarse el sujeto elíptico, 2ª pers. del pte. imper. La tercera es una oración trunca con el mismo sujeto de la anterior (elíptico) y con dos oraciones subordinadas: kar aqál .. etc., [h]anóce aséksor ... etc.; kuokcé es una forma conjuntiva causal conmutable con porque; kuteké 'este que' es un fragmento que no está hilvanado y que apunta a la elaboración del proceso mismo de la enunciación. Por último, encontramos un período asindético bimembre, en donde kuos tiene un valor consecuencial. Con este período se cierra la secuencia.

Cabe además señalar las siguientes observaciones a este parágrafo: la forma verbal secéwor-acá-ai 'trae' contiene un s. imper. -ai con una partícula referencial anafórica que le antecede (acá-) con valor pronominal que substituye a kar 'palo'; estaba soñando contiene un s.a de duración y un sufijo temporal de pretérito inmediatamente ocurrido. La línea demarcativa entre el pasado y el presente casi se pierde; jerwonák 'estoy mandando' es una forma verbal progresiva; lójer kok 'va a entrar' muestra valor de futuro mediante la p. susp. kok; se trata de un futuro con valor profético, indica que algo va a suceder o tiene que suceder; (tú lo) vas a matar se subentiende"con un garrote", implícito en el discurso, el cual se caracteriza también por su alto valor anafórico de amarre entre la realidad y su significación. El verbo lleva un sufijo de futuro + un sufijo potencial porque la acción aún no ha ocurrido; entonees el hablante no sabe nada de su gestación ni de su éxito o fracaso. El grado de incertidumbre es parcial en relación a la certidumbre total del futuro anteriormente mencionado.

La constitución de este parágrafo posee interesantes características. Es la segunda vez en que el sujeto de la enunciación imita el discurso del sujeto del enunciado, colocándose en su propia perspectiva, ha ciéndolo dialogar, dando carácter de drama a una de las instancias más apremiantes, puesto que es él quien gesta la historia de su pueblo. De su hacer depende la organización futura del grupo, carece de la posibilidad de equivocación.

El carácter sobrenatural del héroe contrasta con la visualización del relato, lo cual se debe al estrecho grado de relación entre el signo lingüístico y el referente tal como es pensado por el narrador; kar 'palo' como signo lingüístico de función sustantiva está determinado por el adjetivo aqál 'quebrado'. Dicha especificidad presupone la flexibilidad del garrote, corroborada por el carácter adjetivo escaso en el texto, y cuya aparición aliterativa permite pensar en su índole necesaria como elemento significativo. Por otra parte, la palabra también es creadora de acción, altera el orden de los hechos, lo cual está posibilitado por su estructuración imperativa. El enunciado sería entonces un enunciado performativo, según Austin, "sirve para efectuar una acción" (a la inversa del constativo) y "formular tal enunciado, es efectuar la acción" (Austin 1962: 270).

Como rasgo importante del estilo hay que señalar también la presencia de verbos que indican cualidades sensoriales a la vez que son demostrativos: mira, oye. Dichos verbos, que constituyen en realidad verdaderas oraciones, traen a la presencia del discurso lo ausente, lo que no podemos ver ni oír sino por medio del lenguaje. La mediación lingüística es una mediación "transitiva" con respecto a lo real por su propia configuración panorámica mostrativa y dialógica. Cuando el sujeto de la enunciación dice oye, mira, no sólo lo dice a un solo oyente -en este caso su rnujer- sino que también a todo aquel que escucha la narración del mito.

§ 18. Período trimembre, cuya primera oración consta de una subordinada que lleva la marca de la conjunción subordinante kuosá ak'uás 'después que'. Este parágrafo reitera en las dos primeras oraciones todo lo que ya se ha contado en forma general como un testimonio personal que el propio sujeto del enunciado convierte en discurso y en memoria de su pueblo. La partícula kok enlaza con § 19, puesto que § 18 no finaliza en la forma canónica de las secuencias anteriormente analizadas.

§ 19. Período trimembre asindético, constituido por tres oraciones. Esta secuencia narra el cumplimiento del sueño profético enunciado en la secuencia 17. Se destaca el papel primordial de la mujer que, cumpliendo las órdenes del protagonista, mata a los animales en la forma presupuestada. El sujeto de la oración está elíptico (ella). Podemos constatar que se trata de la mujer por el paralelismo con la secuencia 17.

 
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