Análisis de un texto kawésqar:
"La gran inundación"
Óscar
Aguilera Faúndez
María Eugenia Brito
2.
Análisis sintáctico-estilístico
§ 1. El primer
enunciado consiste en un período oracional en que la primera oración
llega hasta ksepcés asós
'se fue, salió'. Contiene una oración subordinada, i.e.
kius cacár laálte kuteké kajésqa
léjes 'cuyo papá nutrias y pájaros
buscaba'. Se trata, pues, de un período complejo. La segunda oración
se encuentra encabezada por un conectivo, kuos,
de valor ilativo y temporal; el sujeto es elíptico, i.e. el mismo
sujeto de la oración anterior. El predicado es laáte
æjámas qar-ker-hójok 'mató
una nutria tabú' (verbo transitivo + complemento directo). Posteriormente
se da una coordinación asindética en que aparece una oración
impersonal, en la cual el agente del proceso es indefinido: eikúksta
'se narra'.
El sujeto de la primera
oración se caracteriza por tener un sustantivo determinado por
un adj., jála
'antiguo, del pasado', el cual funciona como un indicador del tiempo en
que ocurre el enunciado en el relato. El sustantivo kawésqar
arksá es un compuesto del tipo N + N, en que
el segundo miembro es un sustantivo limitado (Nlim), i.e., una forma cuyo
núcleo está modificado por otro elemento que agrega a la
base diversas especificaciones, en este caso, el modificante, representado
por un partitivizador, el sufijo genitivo (partitivo-posesivo)
-s (cf. Aguilera, 1978:51 ).
Este partitivo tiene como función el indicar la pertenencia del
protagonista a un grupo o un clan, en el cual él integra el subgrupo
de los más jóvenes.
El verbo de la primera
oración contiene una marca de pretérito, representada por
la p.v. asós.
La subordinada está estructurada en forma proposicional: sujeto,
kius cacár 'su papá',
y predicado laálte
kuteké kajésqa léjes 'nutrias y
pájaros cazaba'. También se observa en el complemento directo
la coordinación de signos de idéntico valor sintáctico,
pero la posición predominante de laálte
'nutria' (primer elemento dentro del complemento) es un índice
de su mayor calidad significativa dentro de la estructura total.
En la segunda oración
de este conjunto, el predicado está compuesto por el verbo qar
'matar', seguido de un sufijo aspectual durativo
-ker, el cual da cuenta en forma globalizada, es decir,
sin abundar en detalles, de un proceso en toda su dimensión, a
pesar de que no se informe precisamente acerca del modo en que éste
se lleva a cabo. La estructura verbal termina con la inclusión
del p.n. hójok.
Como se dijo arriba, la oración impersonal eikúksta
'se narra' completa el período. La reiteración de
esta forma (que aparece en los §§ 1, 5, 8, 10, 13, 16, 18) apoya
el carácter oral, popular y legendario del relato. Es una marca
de la enunciación en el enunciado, que da cuenta del proceso productivo
del relato. Su tiempo es el presente formal, pero con un valor pancrónico,
en el cual se asimila una multiplicidad de voces. A la manera de una polifonía,
el relato no es el decir de un sujeto único, sino de una comunidad
que ya lo ha sancionado como verosímil, y esto se constata por
la indefinición del agente del proceso que la oración transmite
como una voz de la colectividad.
§ 2. Se trata
de un período oracional asindético compuesto por dos oraciones,
la primera de las cuales incluye dos subordinadas, una con valor temporal:
kius c'ap páu ka kuteké
kius cacár páu jetæl 'cuando su mamá
y su papá andaban fuera'; otra con valor modal: jetæl
k'iújef afterrék ka kuos...
'como se había ido lejos primero'. La oración principal
está ubicada después de las subordinadas, con sujeto elíptico
(él, el joven), y el conectivo oracional kuos
o kuosá
va señalando el nuevo desarrollo de los acontecimientos. La marca
temporal está representada por el p.n. hójok.
Es importante señalar que la acción más relevante
dentro del conjunto de las oraciones va después de las subordinadas,
lo cual enfatiza su importancia: la ruptura del tabú y la caída
del héroe en la desgracia; su iniciación en la aventura.
E1 conectivo temporal después va dejando una cierta ambigüedad
paralela al suspenso que este hecho provoca dentro del contexto. Vale
la pena destacar el paralelismo en la elección del léxico
según su función expresiva. Simétricamente el verbo
matar tiene idéntica posición en las dos secuencias
oracionales hasta aquí examinadas. El período concluye con
eik'osekcé
'cuenta el cuento', forma que alterna con eikúksta
y su reiteración es similar (§§ 2, 3, 7, 11, 12, 14).
Eik'osekcé hójok
es una oración remática, i.e., está compuesta por
una sola unidad léxica que posee autonomía sintáctica.
Estamos en presencia de una estructura que ha pasado por un proceso complejo
de composición. En ella están soldados elementos cuya fusión
le otorga el pleno carácter oracional, y que son la pasividad (
el sufijo aspectual reiterativo -sekcé
), el significado nominal ( eik'óse
'cuento'), y hójok,
p.n. con el cual se hace hincapié en el carácter ficticio
de los acontecimientos y en el carácter concluyente que ellos presentan
en el momento en que se enuncia esta oración: el narrador ha presentado
una situación que incluye todo el núcleo de la historia
que se va a narrar (los personajes, acciones y puntos de conflicto). La
información entregada hasta el momento ha pasado a convertirse
en mito, cuyo testimonio oral es presentado por el narrador.
§ 3. Esta secuencia
consta de una oración proposicional cuyo sujeto se estructura en
forma de una coordinación de dos elementos que cumplen idéntica
función sintáctica: sustantivos, unidos por la partícula
kuteké
'y' con un predicado simple compuesto únicamente por el
verbo. La finalización de la secuencia es idéntica a la
anterior, pero son la adición de la p.top. sa
que enfatiza el carácter impersonal de lo narrado. Es importante
señalar que estilísticamente este parágrafo se hace
notar por el uso de los elementos sonoros, tanto en los recursos rítmicos
de la cantidad y el tono en el conectivo kuo::s,
como en la selección de los vocablos cuyos referentes se caracterizan
por la sonoridad, la cual va en aumento: el silbido del viento se aúna
al rugido de la tormenta: siafk'iás
kuteké aqátal qálksta 'el viento
y la tormenta rugían'. E1 verbo qálksta
contiene el s.a. durativo -ker
, lo que prolonga la enunciación de los hechos.
§ 4. Refleja
una serie de intentos fallidos por estructurar una oración u oraciones
que expresarían la vacilación por seleccionar la palabra
más eficaz para comunicar el hecho más relevante de la secuencia:
el hundimiento de la tierra indicado por halíp.
La p.i. askét
materializa la vacilación, la cual lo lleva a hacer uso de la facultad
creativa del hablante con respecto a su propia lengua, verbalizando un
sustantivo ajákta
'marejada'; a la vez se destaca el hecho del conocimiento del mito por
parte del informante, puesto que él no hubiera podido producir
ninguna variante si no lo conociera en su totalidad. Estimamos que ha
ocurrido esta verbalización por la inclusión del p.n hójok.
§ 5. Es una
serie oracional asindética; simétricamente dos grupos oracionales
terminan con eikúksta
'se cuenta'. Llama la atención la función de kuos,
signo eminentemente polivalente en kawésqar; además de su
carácter de conectivo con valor ilativo y temporal, posee un valor
reproductivo anafórico (relativo sustantivo): une lo que ya se
ha dicho del discurso con aquello que el lenguaje calla: la historia en
la cual se encuentra inserta y a la cual se alude como un gesto indicador.
El héroe,
por haber roto la ley dada por el padre, trasgrediendo el tabú,
que es a la vez lo sagrado y lo deseado (laálte
qar-ker asós 'mató la nutria'), supera
las normas sociales del grupo, sus temores, sus rituales, y se coloca
al margen de cualquier convención; ello le otorga su salvación
(kskiál
'vivo'): no sufre las mismas cousecuencias de aquellos que se someten
a las convenciones y que respetan el tabú. Al romper las convenciones,
adquiere un poder sobrenatural, que dentro del mundo primitivo podría
ser paralelo al del animal totémico. Este poder le permite la libertad
máxima, lo cual implica la destrucción de su grupo. Así
lo hace notar el lenguaje mismo del narrador al repetir el acto mágico
que ya anteriormente se había señalado en § 1, instancia
clave cuyo significado determina la totalidad de la estructura significativa
del cuento. La superación del héroe se hace notar como primera
instancia por el hecho de haher logrado llegar hasta la cima del cerro:
lugar elevado. Este parágrafo se caracteriza además por
su dinamismo dado por la abundancia de verbos, los cuales indican, primero,
un hecho del pasado: qar-ker
asós 'mató', y luego, todos los actos
que el héroe realiza hasta lograr superar los acontecimientos,
y que van desde lo general hacia lo particular: la indefinición
de árka kar hápar
'hacia arriba de un cerro', hasta la localización del lugar, wæskar-pa
'hacia el cerro', que culmina con el verbo
jétqar 'subir'. La indefinición
de árka kar hápar
se muestra en el análisis de sus componentes: localización
primero, árka
'arriba'; kar,
el elemento más indefinido, pues significa 'isla, cerro, tronco,
árbol', o por último, 'objeto duro', el cual se liga con
la partícula direccional hápar
'hacia'. La localización definitiva se da en wæskar-pa
'hacia el cerro', en donde wæskar
'cerro', virtualmente significa 'cosa hecha de materia tierra y de tierra
dura'.
§ 6. Este parágrafo
presenta dos oraciones relacionadas por una coordinación asindética;
ambas cumplen con la función referencial y concluyen con el interrogativo
confirmacional tóu-kserái
'¿verdad?' en que se da la función fática del discurso
al tratar el emisor de asegurarse la comunicación con el oyente.
§ 7. Período
oracional tetramembre relacionado por el conectivo kuos.
La aseveración de la primera oración, kuosá
kséna-afsáqta 'después hubo marea
baja', es atenuada por la segunda, que deja la primera en la ambigüedad.
La marea está a medio camino, halál,
preparando el momento adecuado para que el héroe vea la destrucción
de su grupo; puesto que el agua obstaculiza la visión que va a
ser permitida en § 8, sin dejar de hacer notar que el héroe
ya ha superado la prueba a que ha sido sometido.
§ 8. Aquí
se hace hincapié mediante elementos lingüísticos de
función adjetiva que precisan la forma de la muerte de la familia:
páqtas
'ahogados'. El hecho de decir que están ahogados es un rasgo estilístico,
una manera de transmitir al decodificador el efecto que la visión
produce en el protagonista. Se dice que es una marca de estilo puesto
que la información subyace en el contexto mismo del relato y la
insistencia en ello produce un efecto de énfasis y dolor en el
héroe.
Como ya se ha indicado,
una vez que la marea baja, el protagonista ve a su familia muerta, ahogada
(páqtas);
el lenguaje se hace más específico, nombra a las personas:
kius taksóktek kuteké
c'ap asós kuteké cacár asós
'su hermano y su mamá y su papá'; se dice donde están:
kar ark
'arriba de un árbol'; se especifica la manera en que están:
cefekésto-táwan
'colgando', en donde la posposición táwan,
que forma parte del verbo compuesto, remite a la causalidad del hecho
(ajákta arrakstáwar
'gran marejada'); se dice que están juntos, mediante la posposición
ktep 'con', curiosamente desplazada hacia el final de la
secuencia oracional, permitiendo una simultaneidad de la visión
de los procesos y de las personas. La imagen es una síntesis que
golpea al personaje. La acción situada en el pasado está
dada por el uso de la p.v. temporal asós.
Este parágrafo comienza con una subordinada que depende estructuralmente
de la oración principal jejá
'(los) vio'; causa de la coordinada que la continúa, asérk-jetæl
'bajó'. Hay una relación entre la sintaxis y la afectividad
del protagonista,que es la misma del narrador.
§ 9. E1 sufijo
pronominal qei,
que indica 3a pers. sg./pl., da lugar a una doble posibilidad de interpretación:
'viera-él' o 'viéralos' (viera-a-ellos); el carácter
subjuntivo del verbo está dado por akwátka
( 'como' ) con función modal; k'ejéqas
pone énfasis en la dimensión de la extinción, páqtas
k'ejéqas 'ahogados todos, completamente, sin
quedar ninguno'. La espacialidad, la extensión de] recorrido del
protagonista, desde su descenso del cerro, se da en k'iútqal-terrék
'atrás'.
La estructura oracional
da cuenta de la acción destructora del pasado en que el héroe
estaba inmerso antes de iniciarse la inundación (la prueba que
pasa por haber roto el tabú). Esta destrucción es total,
se dice todos atrás, i.e., se indica toda la comunidad al
mismo tiempo que los animales, de los cuales se enfatiza el volumen, lo
cual da una dimensión de la catástrofe y del carácter
poderoso del protagonista que ha podido sortearla. Se asiste a un acto
inaugural de la civilización, apuntado por la preparación
de los elementos naturales de la cultura: el bosque, la marea baja. La
secuencia se termina con eikúksta
'se cuenta', que da punto final a los acontecimientos que el parágrafo
narra y que remite a la vez al momento de la iniciación del relato
de los acontecimientos en él ya contados, dando una idea de la
circularidad del tiempo,que no es lineal, puesto que permite la creación
de un espacio en el cual la palabra es un eje en que por sus relaciones
sintagmáticas y paradigmáticas contiene todo el relato,
como un jeroglífico contiene toda una historia en su espesor semántico.
§ 10. Período
oracional compuesto de 4 oraciones, las dos primeras de las cuales tienen
el verbo a:s 'ir' como principal,
en donde la segunda resulta de la expansión de la primera, unida
mediante el conectivo kuos
'después'; la tercera oración tiene sujeto elíptico
(ellos), y como constituye fin de período, lleva el sufijo
de p.n. hójok;
el verbo principal kcelái
'construir' expresa el proceso mediante el s.a. -er;
concluye la secuencia la forma impersonal eikúksta
'se cuenta'. El transcurso del tiempo está expresado por kuósos
sa kuos 'después + p.top.. + después';
kuósos sitúa la
acción con carácter de pasado (kuos
+ asós) y la p.top. (sa)
pone de relieve el hecho (sa
es una partícula irrestringida clarificatoria de tópico;
sul función consiste en poner de relieve una expresión nominal
o verbal dentro de una oración). La duplicación de la expresión
temporal da énfasis al transcurso,y su segundo elemento (kuos)
sirve de puente a la continuidad del relato.
El protagonista es
mencionado por segunda vez en el relato como sujeto de la oración;
ya no aparece tácitamente expresado como en las secuencias anteriores
o designado simplemente como la persona (kawésqar)
(§ 5); arksá
'joven' determina su condición. En este pa rágrafo se hace
mención por primera vez de la mujer del héroe (cf. T./Esp.),
aunque en forma indireeta: woks
'(los) dos'.
En este parágrafo
se da la instancia de transfiguración del héroe que en los
anteriores parágrafos salvo en el de la presentación que
da la situación inicial de la historia, no aparece sino como una
elipsis sobreentendida por el verbo,que apunta a él sin nombrarlo,
o por pronombre (qei).
El lenguaje pone de manifiesto que el héroe ha alcanzado toda su
substancialidad; de él se pueden predicar acciones tan importantes
como la constitución -primaria por el momento- de una civilización.
Aparece también mencionada la pareja, ya integrada en calidad de
sujeto woks
'( los ) dos'. El verbo, por la expansión semántica (a:s
'ir'), hace notar que se ha expandido también la virilidad del
héroe, que ha roto el tabú y pasa de adolescente a hombre.
La mujer, al mismo tiempo, pese a que aún no es nombrada, ya no
es hipostasiada tras la figura totémica de la nutria, sino que
aparece como colaboradora y compañera del héroe. No aparece
tampoco el sufijo genitivo ( -s
) con el cual se significa que el héroe se subordina a su grupo
( cf.§ 1 ), sino que adquiere su singularidad específica,
puesto que él es ahora quien va a fundar la historia.
§ 11. Período
oracional tetramembre. Las tres primeras oraciones tienen sujeto elíptico
(ellos) (en relación a la pareja), y el período se
cierra con la fórmula tradicional eik'osekcé
'narra el cuento'. La primera oración tiene verbo tácito
( jenák
), el verbo tener es expresado en kawésqar mediante la posposición
táwon
'con' + jenák
'ser estar', i.e., "estar con"; la forma negativa no tener se expresa
mediante la posposición kiáwel
'sin' + jenák,
como ocurre aquí. La forma hacerse de día es una
verbalización del sustantivo aswál
'día', lograda por medio de la inclusión del p.n. hójok.
§ 12. Período
oracional trimembre. El sujeto está elíptico en las dos
primeras oraciones y es expreso a nivel funcional en la tercera, que sigue
con la forma canónica anteriormente estudiada. La primera oración
es compleja, i.e., consta de una oración subordinada de carácter
causal; causalidad dada por kupép
'también; con ello: porque'. Dicha oración presenta la siguiente
característica: carece de expresión formal de verbo, el
cual subyace a la subordinada; existe un alto grado de probabilidad para
decir que este verbo es kúkta,
el cual expresa percepción sensorial en general (cf. Aguilera:
1978) Esta estratificación tácita
en el nivel semántico daría la idea de dinamismo de la subordinada.
El causante o agente
de la previdencia, síko,
es el frío, el cual se encuentra personificado, dando lugar a una
metáfora en que el frío ocasiona un estado sobrenatural:
la caída en un sueño diferente al sueño normal; todo
lo cual es acorde con un estado de exceso de la naturaleza, que provee
al héroe de los elementos necesarios para su subsistencia una vez
que ha logrado un dominio pleno de la realidad. La segunda oración
también posee un sujeto elíptico, está unida a la
tercera mediante el conectivo kuos.
El sufijo -na
adjetiviza verbos y sustantivos, tal como en c'elás
'secar', c'elásna
'seco', cams
'mar', cámsna
'mojado'. Luego, en el caso estudiado (sikóna)
dicho sufijo da el carácter de adj. calificativo al sustantivo
síko
'previdencia', determinando semánticamente a kiesás
'frío', proceso gramatical que refuerza la personificación
ya señalada. El ser previdente es una propiedad en este caso inherente
al frío que lo acompaña otorgándole su carácter
especial, anormal, sobrenatural.
§ 13. Período
oracional iniciado por una oración causal compleja, con una subordinada
introducida por kúka
'ya que', más la oración impersonal eikúksta
'se dice' y el interrogativo confirmacional, que cumple con la función
fática del lenguaje Este período observa un paralelismo
gramatical y semántico con respecto a la secuencia anterior. Kuosá
es el conectivo temporal que conecta este parágrafo con el anterior.
Dicho paralelismo mantiene el verbo tácito, el cual, por la íntima
ligazón de las secuencias paralelas, suponemos que es el mismo
que rige al anterior y que ha expandido su extensión semántica
a este parágrafo:§ 12 kóipo
aséksor k'uas aselájer:: asáqe [aséksor] ak'uás
aselájer 'decía que había soñado
con un coipo:: decía que [había soñado] con comida'.
El frío era previdente; ahora es el sueño: kiesá
sekóna:: káwæ síkona 'frío
previdente:: sueño previdente'. Hay un desplazamiento metonímico
que si bien precisa el agente de la previdencia, disminuye la calidad
figurativa del lenguaje. En la secuencia anterior, el frío era
una cualidad del sueño, tan poderosa que podía provocar
una visión; ahora se substituye por contiguidad por la palabra
propia káwæ
'sueño'. El verbo soñar, por analogía con
otros verbos, tiene su origen en un sustantivo: qáwes
'sombra'; soñar es qáwes
+ los sufijos correspondientes. La composición de la palabra
da cuenta de la percepción mítica de la realidad: el sueño
es una sombra que carece de existencia material, pero que adelanta la
configuración de los acontecimientos diurnos. El sueño es
necesario e influyente en el hombre y en la vida diaria; lo mismo que
la sombra al cuerpo, le sirve de percepción y de aviso sobre las
formas y conducta de los objetos materiales. Esa misma función
cumple el sueño que muestra un coipo en § 12 y comida en §
13, configuraciones soñadas que después van a ser cumplidas
en la realidad. Ya ha dicho Freud en la lectura que de él hace
Moustafá Safouan (Safouan 1971: 263) "a) El sueño es una realización
alucinatoria del deseo; b ) esta alucinación no viene nunca después
de un conocimiento cualquiera de la representación del deseo, profundamente
ignorada por el sujeto, sino que, por el contrario, es ella la que hace
posible semejante conocimiento a posteriori".
§ 14. Período
oracional trimembre. La primera oración es compleja, con una subordinada
de carácter temporal. La segunda oración es iniciada por
el conectivo kuosá,
y la tercera es la canónica eik'osekcé
'cuenta el cuento'. Esta secuencia se inscribe en la anterior, de la cual
toma gran parte de su significado, pues lo que en ella se cuenta sucede
en el sueño anteriormente mencionado. Esta es la secuencia del
despertar, que indica el momento temporal en que cesa el sueño
y con él la realización del deseo (comer). Hay un ligero
contraste o antítesis que opera en la misma secuencia entre el
sueño y el despertar, conectado por kuosá,
contraste que es también el de la carencia y la satisfacción
del deseo. Esta satisfacción produce sorpresa y admiración
en el protagonista, lo cual lo lleva a iniciar un diálogo con su
mujer. Los elementos que él necesita parecen estar próximos,
y sin embargo están distantes. Hay una contraposición entre
la apariencia y la realidad.
§ 15. El narrador
imita el discurso del personaje ubicando su perspectiva en la conciencia
de éste. La vacilación de la voz intenta reproducir la vacilación
y sorpresa que la previdencia provoca en el protagonista. Como se trata
de un discurso que vuelve retrospectivamente sobre su eje, el narrador
utiliza las oraciones indagativas parciales conectadas por las partículas
ak'uás . . . -ka
'por qué' y ak'uás
'qué' como una forma de comprender más profundamente el
sentido de su sueño.
Lo más notable
en el nivel lingüístico es el distinto tipo de pronombres
personales de 1&170; persona como rasgo de estilo. Existe un primer"yo"
(ce) que
aparece relacionado con los verbos que significan 'soñar' (qáwes,
aséksor), y otro "yo" inmanente agentivo (cf. Aguilera
1978: 55), que aparece en la segunda oración
tejekástat co eiekuákiar
asér-jecés 'yo mataba al coipo en el sueño'.
La errata (k'a...)
con la cual comienza § 15 funciona como un indicador de la intención
del sujeto de la enunciación que quiere ha cer más vívido
su discurso interpenetrándose con el sujeto del enunciado. Este
proceso exige una depuración del lenguaje, lo que explica la vacilación,
las pausas. La característica del enunciado es ser reflexión
sobre una acción, con la salvedad de que aquí se trata de
una acción soñada; acciones que al ser enunciadas por el
propio soñante, adquieren un relieve mayor, casi como una invocación
rnágica entre el deseo que se ha transformado en figura soñada
y la vigilia que lo sorprende carente de todo. La frase quiere ser performativa:
quiere provocar un cambio de situación, basado en la seguridad
de la previdencia y en el estatus ya alcanzado. La errata también
nos indica el cambio de una narración programada inicialmente en
un sentido progresivo como narración de acontecimientos. Hipotéticamente,
el comienzo estaría relacionado con lo que se dice en § 16.
Pero hay que recordar que un texto es un tejido que se teje y se desteje
según el proposito que se persigue con él; en nuestro caso,
la superación del estado carencial.
§ 16. Período
oracional pentamembre, cinco oraciones con relación asindética.
Las dos primeras narran el estado de sueño en que cae el protagonista,
sueño que es consecuente con lo que ya se ha dicho en § 15
y que va a ser causal de los acontecimientos enunciados en las 3ª
y 4ª oraciones en que alternativamente el sujeto se desplaza desde
la mujer al héroe. Dichas variantes no cambian el sentido fundamental
del relato, solamente son una muestra de su carácter folk y tradicional.
Desde este momento la mujer adquiere personalidad propia y se inscribe
en el plano de las costumbres del grupos. Traducidas al español
dichas oraciones serían: 1) despertó su mujer tal vez;
2) (él) despertó a su mujer. La variabilidad
recae sobre el elemento principal del sujeto de la primera oración
y el complemento directo de la segunda -mujer en ambos casos. La
variabilidad afecta también a los verbos: en el primer caso es
intransitivo, en el segundo transitivo.
Kuosá
es un conectivo que marca la temporalidad, que sirve de unión con
la secuencia anterior. Generalmente exige la presencia de otro elemento
que afirma su sentido temporal (kuosá
...... kuos). En cuanto a k'auk'énak
'quedarse dormido', contiene un formativo que aparece en otros casos como
sufijo frecuentativo (k'enák)
que expresa una acción que. siempre se repite y es acostumbrada.
Sobre la línea
sintagmática de las oraciones reiteradas, se superpone el eje de
las equivalencias de las identidades paradigmáticas, creando una
figura sobre el plano de la literalidad del signo, figura fónica
que ha recibido tradicionalmente el nombre de aliteración, pero
con un sentido más restringido: aquí el lenguaje se desdobla,
duplica su mensaje, expandiéndolo, produciendo una metáfora
rítmica que configura el espacio del sueño como un volumen
en que el tiempo se anula para dar paso posteriormente a que el eje sintagmático
lineal y temporal dé cuenta en forma progresiva de los acontecimientos
(kuosá kotéjo
kuos k'auk'énak kuosá k'auk'énak asós
'después otra vez se quedó dormido después se quedó
dormido').
§ 17. Período
oracional pentamembre, caracterizado por el uso de oraciones imperativas,
el empleo del vocativo tapá
'oye', que tiene por sí solo valor oracional, y de las oraciones
apelativas imperativas jekuá
'mira (tú)' Puede catalizarse el sujeto elíptico, 2ª
pers. del pte. imper. La tercera es una oración trunca con el mismo
sujeto de la anterior (elíptico) y con dos oraciones subordinadas:
kar aqál
.. etc., [h]anóce aséksor
... etc.; kuokcé
es una forma conjuntiva causal conmutable con porque; kuteké
'este que' es un fragmento que no está hilvanado y que apunta a
la elaboración del proceso mismo de la enunciación. Por
último, encontramos un período asindético bimembre,
en donde kuos
tiene un valor consecuencial. Con este período se cierra la secuencia.
Cabe además
señalar las siguientes observaciones a este parágrafo: la
forma verbal secéwor-acá-ai
'trae' contiene un s. imper. -ai
con una partícula referencial anafórica que le antecede
(acá-)
con valor pronominal que substituye a kar
'palo'; estaba soñando contiene un s.a de duración
y un sufijo temporal de pretérito inmediatamente ocurrido. La línea
demarcativa entre el pasado y el presente casi se pierde; jerwonák
'estoy mandando' es una forma verbal progresiva; lójer
kok 'va a entrar' muestra valor de futuro mediante la
p. susp. kok;
se trata de un futuro con valor profético, indica que algo va a
suceder o tiene que suceder; (tú lo) vas a matar se
subentiende"con un garrote", implícito en el discurso, el cual
se caracteriza también por su alto valor anafórico de amarre
entre la realidad y su significación. El verbo lleva un sufijo
de futuro + un sufijo potencial porque la acción aún no
ha ocurrido; entonees el hablante no sabe nada de su gestación
ni de su éxito o fracaso. El grado de incertidumbre es parcial
en relación a la certidumbre total del futuro anteriormente mencionado.
La constitución
de este parágrafo posee interesantes características. Es
la segunda vez en que el sujeto de la enunciación imita el discurso
del sujeto del enunciado, colocándose en su propia perspectiva,
ha ciéndolo dialogar, dando carácter de drama a una de las
instancias más apremiantes, puesto que es él quien gesta
la historia de su pueblo. De su hacer depende la organización futura
del grupo, carece de la posibilidad de equivocación.
El carácter
sobrenatural del héroe contrasta con la visualización del
relato, lo cual se debe al estrecho grado de relación entre el
signo lingüístico y el referente tal como es pensado por el
narrador; kar
'palo' como signo lingüístico de función sustantiva
está determinado por el adjetivo aqál
'quebrado'. Dicha especificidad presupone la flexibilidad del garrote,
corroborada por el carácter adjetivo escaso en el texto, y cuya
aparición aliterativa permite pensar en su índole necesaria
como elemento significativo. Por otra parte, la palabra también
es creadora de acción, altera el orden de los hechos, lo cual está
posibilitado por su estructuración imperativa. El enunciado sería
entonces un enunciado performativo, según Austin, "sirve para efectuar
una acción" (a la inversa del constativo) y "formular tal enunciado,
es efectuar la acción" (Austin 1962: 270).
Como rasgo importante
del estilo hay que señalar también la presencia de verbos
que indican cualidades sensoriales a la vez que son demostrativos: mira,
oye. Dichos verbos, que constituyen en realidad verdaderas oraciones,
traen a la presencia del discurso lo ausente, lo que no podemos ver ni
oír sino por medio del lenguaje. La mediación lingüística
es una mediación "transitiva" con respecto a lo real por su propia
configuración panorámica mostrativa y dialógica.
Cuando el sujeto de la enunciación dice oye, mira, no sólo
lo dice a un solo oyente -en este caso su rnujer- sino que también
a todo aquel que escucha la narración del mito.
§ 18. Período
trimembre, cuya primera oración consta de una subordinada que lleva
la marca de la conjunción subordinante kuosá
ak'uás 'después que'. Este parágrafo
reitera en las dos primeras oraciones todo lo que ya se ha contado en
forma general como un testimonio personal que el propio sujeto del enunciado
convierte en discurso y en memoria de su pueblo. La partícula kok
enlaza con § 19, puesto que § 18 no finaliza en la forma canónica
de las secuencias anteriormente analizadas.
§ 19. Período
trimembre asindético, constituido por tres oraciones. Esta secuencia
narra el cumplimiento del sueño profético enunciado en la
secuencia 17. Se destaca el papel primordial de la mujer que, cumpliendo
las órdenes del protagonista, mata a los animales en la forma presupuestada.
El sujeto de la oración está elíptico (ella).
Podemos constatar que se trata de la mujer por el paralelismo con la secuencia
17.
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